sábado, 2 de septiembre de 2017

Género y política electoral en el segundo “Diplomado: Mujeres y Liderazgo Político con Perspectiva de Género” organizado por el ONMPRI




Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.-“Hablamos de la distribución equitativa del poder; hablamos de Democracia en el sentido profundo del término, es decir, de amplia participación social. La equidad de género supone abolir la discriminación entre ambos sexos y que no se privilegie al hombre en ningún aspecto de la vida social. La equidad de género es y seguirá siendo una aspiración posible para el fortalecimiento de la democracia”,

Se señaló en el primer tema “Género y política electoral” del segundo “Diplomado: Mujeres y Liderazgo Político con Perspectiva de Género” organizado por el organismo de las mujeres priistas chiapanecas

Publicamos el resumen ejecutivo del primer tema “Género y política electoral”.

La lucha por el derecho de las mujeres a votar fue, sin duda, la primera gran lucha de las mujeres para ser visibles. El derecho al sufragio es el que marcó el inicio de una nueva época para la participación de las mujeres en la sociedad y en la política.
La lucha de las mujeres tiene gran importancia y trascendencia, no sólo para el género femenino, sino para todos los que estamos enamorados de la democracia; los que luchamos por un país en donde el voto cuenta y se cuenta; a todos los que queremos un Chiapas próspero, con leyes y mejores condiciones de vida.

Recordemos que el Legislativo aprobó por decreto, el 17 de octubre de 1953, que la mujer mexicana era ciudadana con plenitud de derechos políticos, con garantía legal de elegir con su voto a sus gobernantes y con la posibilidad cierta de ser candidata para los cargos de elección popular. 

Para llegar a esa meta el camino fue difícil y escabroso.

Yucatán y Chiapas fueron, durante muchos años, los principales protagonistas de la lucha por el derecho del voto de femenino. 

Las yucatecas hicieron público un revolucionario documento, a mediados de 1916. El documento distribuido en varias ciudades de Yucatán convocaba a las mujeres a defender sus derechos de igualdad al del hombre.

La rebeldía de las mujeres de la Península tuvo sus logros con la iniciativa del presidente Lázaro Cárdenas del Río, por reconocer este derecho desde 1938, y el reconocimiento del voto municipal en 1947 con el presidente Miguel Alemán.

Pero fue Chiapas el estado que logró los plenos derechos de voto de las mujeres el 11 de mayo de 1925.

Para obtener los mismos derechos políticos que el hombre, las mujeres caminaron un largo sendero. Sólo su tesón y perseverancia las hizo triunfar después de tantos años de buscar que la democracia fuera verdadera, y, desde luego, sólo podría ser una democracia real si la mujer tenía los mismos derechos políticos que el hombre.

Hablar de equidad de género es hablar de derechos humanos, justicia social y democracia. Equidad de género es un compromiso vital con la igualdad y la justicia social. 
                                                                               



Es un gran espejo que nos ayuda a visualizar la desigualdad y la injusticia, así se convierte en un vital instrumento para transformar profundamente las estructuras sociales.

Hablamos de la distribución equitativa del poder; hablamos de Democracia en el sentido profundo del término, es decir, de amplia participación social.

La equidad de género supone abolir la discriminación entre ambos sexos y que no se privilegie al hombre en ningún aspecto de la vida social.

La equidad de género es y seguirá siendo una aspiración posible para el fortalecimiento de la democracia. Ninguna mujer, con trabajo político, no tiene duda de esto.

La igualdad de género en política es una estrategia de acción afirmativa que permite medir el empoderamiento político de las mujeres, nos referimos a la potenciación del rol de las mujeres en la esfera pública con pleno ejercicio de sus derechos en el ámbito parlamentario y político

El diplomado “MUJERES Y LIDERAZGO POLÍTICO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO” tiene como objetivo:
1.    
 Incentivar la participación de las mujeres, darles capacitación política y dotarlas de las herramientas necesarias para que puedan competir en condiciones de igualdad.
2.   
  Realizar acciones que tengan por objeto garantizar los derechos, de todas y todos, y demostrar que las diferencias de género no deberán ser motivo o causa de la desigualdad, exclusión o discriminación política.
3.  
   Ser puntual en señalar que son los partidos políticos responsables de asegurar la igualdad de oportunidades políticas y electorales.
4.   
  Destacar que todos los partidos políticos deben tener voluntad para que las mujeres militantes puedan ser candidatas en condiciones justas y de igualdad.
5.    
 Las mujeres tienen la obligación de conocer sus derechos.
6.     El rol de las mujeres en política es más difícil que el de los hombres por el simple hecho de ser mujeres.                                                                                                                                
7.     La existencia de una cultura discriminatoria en el aparato público en los tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal.
8.     Los partidos políticos, los sindicatos y organizaciones sociales impone resistencia al acceso y a la participación de mujeres en los espacios de poder.
9.     La frecuente desvalorización de las capacidades y aportaciones de las mujeres en el ejercicio del poder político, en la dirección empresarial y en las diferentes organizaciones sociales.
                Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, junio del 2017.                                                                                                                              

No hay comentarios:

Publicar un comentario