17 de octubre de 2012.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Al sufragio pleno debe ir acompañado, agregó la presidenta del ONMPRI, Rita Balboa, de un proceso transformador y de construcción de ciudadanía plena para las mujeres.
A 59 años de la ampliación de derechos para las mujeres, “que sitúo a las mujeres mexicanas y chiapanecas con iguales derechos que los hombres”, es vital continuar representadas de forma inequitativa en los espacios de representación pública, en los partidos políticos, en las organizaciones, los medios de comunicación y las empresas privadas.
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Estas fueron las palabras de la regidora Rita Balboa, presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI) en Chiapas, al conmemorarse el 59 aniversario del voto femenino en México.
La lideresa de las mujeres del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Chiapas destacó el avance que significó el sufragio, pero reconoció que las mujeres mexicanas y chiapanecas aún desafían a quienes todavía pretenden alejarlas de los espacios públicos y de las decisiones políticas para no incidir en las decisiones torales para construir un país más democrático e igualitario.
“Las mujeres tenemos el desafío de generar el suficiente poder social y político en la construcción de una igualdad sustantiva y sustentable.
“El reconocimiento del derecho al sufragio femenino representa un importante logro en el camino hacia la igualdad de derechos entre mujeres y hombres y una ruptura del paradigma de la exclusividad masculina en el quehacer político”, subrayó la también coordinadora del Cabildo del municipio de Tuxtla Gutiérrez.
El al sufragio pleno debe ir acompañado, agregó la presidenta del ONMPRI en el estado, de un proceso transformador, de construcción de ciudadanía plena para las mujeres.
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Rita Balboa recordó que el 17 de octubre de 1953 apareció en el Diario Oficial un decreto en el que se anunciaba que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.
Esto fue el resultado de un largo proceso que había comenzado muchos años atrás, dijo y concluyó señalando que es de estricta justicia que la mujer tenga el voto en las elecciones de las autoridades, porque si ella tiene obligaciones con el grupo social, razonable es que no carezca de derechos.
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