domingo, 6 de abril de 2014

El ONMPRI expresa su preocupación por la explotación de mujeres migrantes en la frontera sur.


Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.                   

 5 de abril de 2014.





La presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI), regidora Rita Balboa, denunció que sus derechos laborales son nulos y sus derechos humanos no existen para la mayoría de las mujeres que prestan servicio como meseras o como trabajadoras domésticas en la frontera sur.

 

La lideresa del ONMPRI aseguró que el noventa por ciento de estas trabajadoras son centroamericanas –guatemaltecas, nicaragüenses, hondureñas, salvadoreñas- y trabajan en los municipios de la frontera entre México y América Central.

 

Datos proporcionados por la estructura del organismo de mujeres del Partido Revolucionario Institucional (PRI) confirman que la mayoría de las meseras, principalmente, trabajan en condiciones infrahumanas y son explotadas sexualmente.

 

El ONMPRI en Chiapas realiza un monitoreo de los problemas de las mujeres en la frontera sur –mexicana o centroamericana- para hacer una propuesta a la dirigencia nacional para solicitar a las autoridades federales, estatales y municipales la implementación de programas que mitiguen el drama de las mujeres en la región fronteriza.

 

“A la discriminación que sufren se agregan la pobreza y la de ser migrantes indocumentadas, algunas de ellas menores de edad”, recordó la presidenta del ONMPRI en Chiapas.

 

Datos de Organismos No Gubernamentales, agregó la regidora Rita Balboa, señalan que el flujo migratorio de entrada a México es de unas mil personas al día.

 
“Todos buscan el sueño americano que muchas veces se trunca en la frontera sur de México. La mayoría de las mujeres se quedan entrampadas en la frontera sur en donde son explotadas”, subrayo.

 

La migración de mujeres centroamericanas incrementa la oferta y la demanda en términos de servidumbre doméstica y sexual a través de enganchadores, hombres y mujeres.

 

“Por ello es importante realizar acciones  a favor de estas mujeres. La difusión de este drama es vital, pero también la implementación de programas públicos que las beneficie”, concluyo.
 

 

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